viernes, 15 de julio de 2016

MODELOS DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

El conocimiento, un activo intangible de la organización, se ha identificado como un elemento clave de las organizaciones y la sociedad para lograr ventajas competitivas. Ante esta realidad, ha surgido un nuevo enfoque dentro de la gestión empresarial: la gestión del conocimiento. Como una herramienta para representar de forma simplificada, resumida, simbólica, esquemática este fenómeno; delimitar alguna de sus dimensiones; permitir una visión aproximada; describir procesos y estructuras, orientar estrategias; aportar datos importantes; aparecieron los modelos de gestión del conocimiento. Se revisan algunos de los modelos desarrollados para la gestión del conocimiento y se exponen sus principios y aportes.
La Gestión del Conocimiento, irrumpe en la posmodernidad como una disciplina que busca promover el desarrollo del capital intelectual y el capital social. Se ha desarrollado a partir de la economía. Las empresas buscan optimizar sus organizaciones para mejorar su capacidad. Desde este enfoque se le asume como la gestión de los activos intangibles que generan valor para las organizaciones productivas.
La mayoría de estos intangibles tienen que ver con procesos relacionados de una u otra forma con la captación, estructuración y transmisión de conocimiento. Por lo tanto, la Gestión del Conocimiento tiene en el aprendizaje organizacional su principal herramienta. En este sentido la Gestión del Conocimiento es entendida como un concepto dinámico o de flujo. Existen varios modelos de gestión de conocimiento entre los cuales se detallan los siguientes:


Proceso de Creación del Conocimiento (Nonaka y Takeuchi, 1995): el proceso de creación del conocimiento para Nonaka y Takeuchi (1995) es a través de un modelo de generación de conocimiento mediante dos espirales de contenido epistemológico y ontológico. Es un proceso de interacción entre conocimiento tácito y explícito que tiene naturaleza dinámica y continua. Se constituye en una espiral permanente de transformación ontológica interna de conocimiento.







La Socialización: es el proceso de adquirir conocimiento tácito a través de compartir experiencias por medio de exposiciones orales, documentos, manuales y tradiciones y que añade el conocimiento novedoso a la base colectiva que posee la organización.
La Exteriorización: es el proceso de convertir conocimiento tácito en conceptos explícitos que supone hacer tangible mediante el uso de metáforas conocimiento de por sí, difícil de comunicar o transferir, integrándolo en la cultura de la empresa u organización; es la actividad esencial o vital en la creación del conocimiento.
La Combinación: es el proceso de crear conocimiento explícito al reunir conocimiento explícito proveniente de cierto número de fuentes, mediante el intercambio de conversaciones telefónicas, reuniones, correos, etc., y se puede categorizar, confrontar y clasificar para formas bases de datos para producir conocimiento explícito.
La Interiorización: es un proceso de incorporación de conocimiento explícito en conocimiento tácito, que analiza las experiencias adquiridas en la puesta en práctica de los nuevos conocimientos y que se incorpora en las bases de conocimiento tácito de los miembros de la organización en la forma de modelos mentales compartidos o prácticas de trabajo.
Cabe señalar, que luego del desarrollo de diversos estudios en compañías japonesas, los investigadores Nonaka y Takeuchi, justifican y/o apoyan las ideas de Peter Drucker sobre el hecho de que la esencia de la dirección es, cómo se puede aplicar de la mejor forma un conocimiento existente para poder crear otro.

Modelo de Gestión del Conocimiento de KPMG Consulting de (Tejedor y Aguirre, 1998): el modelo parte de la siguiente pregunta: ¿qué factores condicionan el aprendizaje de una organización y qué resultados produce dicho aprendizaje?. Para responder a esta pregunta KPMG realiza un esfuerzo que produce un modelo cuya finalidad es la exposición clara y práctica de los factores que condicionan la capacidad de aprendizaje de una organización, así como los resultados esperados.






Una de las características esenciales del modelo es la interacción de todos sus elementos, que se presentan como un sistema complejo en el que las influencias se producen en todos los sentidos. La estructura organizativa, la cultura, el liderazgo, los mecanismos de aprendizaje, las actitudes de las personas, la capacidad de trabajo en equipo o en conjunto, no son independientes, sino que están conectados entre sí. 


Los Factores Condicionantes del Aprendizaje: los factores que configuran la capacidad de aprender de una empresa han sido estructurados en los tres bloques siguientes, atendiendo a su naturaleza:
Compromiso firme y consciente de toda la empresa: en especial de sus líderes, con el aprendizaje generativo, continuo, consciente y a todos los niveles. El primer requisito para el éxito de una iniciativa de gestión del conocimiento es reconocer explícitamente que el aprendizaje es un proceso que debe ser gestionado y comprometerse con todo tipo de recursos.
Comportamientos y mecanismos de aprendizaje a todos los niveles: la organización como ente no humano sólo puede aprender en la medida en que las personas y equipos que la conforman sean capaces de aprender y deseen hacerlo. Disponer de personas y equipos preparados es condición necesaria pero no suficiente para tener una organización capaz de generar y utilizar el conocimiento mejor que las demás.
Para lograr que la organización aprenda es necesario desarrollar mecanismos de creación, captación, almacenamiento, transmisión e interpretación del conocimiento, permitiendo el aprovechamiento y utilización del aprendizaje que se da en el nivel de las personas y equipos.
Los comportamientos, actitudes, habilidades, herramientas, mecanismos y sistemas de aprendizaje que el modelo considera son:

• La responsabilidad personal sobre el futuro (proactividad de las personas). 
• La habilidad de cuestionar los supuestos (modelos mentales). 
• La visión sistémica (ser capaz de analizar las interrelaciones existentes dentro del sistema, entender los problemas de forma no lineal y ver las relaciones causa-efecto a lo largo del tiempo). 
• La capacidad de trabajo en equipo. 
• Los procesos de elaboración de visiones compartidas. 
• La capacidad de aprender de la experiencia. 
• El desarrollo de la creatividad. 
• Mecanismos de captación de conocimiento exterior. 
• Desarrollo de mecanismos de transmisión y difusión del conocimiento. 


Si se consigue que las personas aprendan, pero no convierten ese conocimiento en activo útil para la organización, no se puede hablar de aprendizaje organizacional. La empresa inteligente practica la comunicación a través de diversos mecanismos, tales como reuniones, informes, programas de formación internos, visitas, programas de rotación de puestos, creación de equipos multidisciplinares.

Desarrollo de las infraestructuras: condicionan el funcionamiento de la empresa y el comportamiento de las personas y grupos que la integran, para favorecer el aprendizaje y el cambio permanente. Pero no se debe olvidar que las condiciones organizativas pueden actuar como obstáculos al aprendizaje organizacional, bloqueando las posibilidades de desarrollo personal, de comunicación, de relación con el entorno, de creación, entre otros. Las características de las organizaciones tradicionales que dificultan el aprendizaje:

• Estructuras burocráticas. 
• Liderazgo autoritario y/o paternalista. 
• Cultura de ocultación de errores. 
• Búsqueda de homogeneidad. 
• Orientación a corto plazo. 
• Planificación rígida y continuista. 
• Individualismo.

En definitiva, la forma de ser de la organización no es neutra y requiere cumplir una serie de condiciones para que las actitudes, comportamiento y procesos de aprendizaje descritos puedan desarrollarse. El modelo considera los elementos de gestión que afectan directamente a la forma de ser de una organización: cultura, estilo de liderazgo, estrategia, estructura, gestión de las personas y sistemas de información y comunicación. 
Los resultados del aprendizaje: en esta fase, una vez analizados los factores o 
indicadores que condicionan el aprendizaje, el modelo refleja los resultados que debería producir ese aprendizaje. La capacidad de la empresa para aprender se debe traducir en:

• La posibilidad de evolucionar permanentemente (flexibilidad). 
• Una mejora en la calidad de sus resultados. 
• La empresa se hace más consciente de su integración en sistemas más amplios y produce una implicación mayor con su entorno y desarrollo. 
• El desarrollo de las personas que participan en el futuro de la empresa.
Modelo Andersen (Andersen, A. 1999): cabe señalar, que Andersen (1999), reconoce la necesidad de acelerar el flujo de la información que tiene valor, desde los individuos a la organización y de vuelta a los individuos, de modo que ellos puedan usarla para crear valor para los clientes.




Desde la perspectiva individual, el modelo integra la responsabilidad personal de compartir y hacer explícito el conocimiento para la organización. Mientras que desde la perspectiva organizacional, señala la responsabilidad de crear la infraestructura de soporte para que la perspectiva individual sea efectiva, creando los procesos, la cultura, la tecnología y los sistemas que permitan capturar, analizar, sintetizar, aplicar, valorar y distribuir el conocimiento. Se han identificado dos tipos de sistemas necesarios para el propósito fijado:
Ambiente de aprendizaje compartido (Sharing Networks): acceso a personas con un propósito común a una comunidad de práctica. Estas comunidades son foros virtuales sobre los temas de mayor interés de un determinado servicio o industria. Existen más de 80 comunidades de prácticas. Conocimiento “empaquetado”: la espina dorsal de esa infraestructura se denomina “Arthur Andersen Knowledge Space”, que contiene: las mejores prácticas globales, metodologías y herramientas.


Knowledge Management Assessment Tool (KMAT) o Herramienta de Evaluación Administrativa de Conocimiento: el KMAT es un instrumento e evaluación y diagnóstico construido sobre la base del Modelo de Administración del Conocimiento Organizacional desarrollado conjuntamente por Arthur Andersen y APQC (1999). El modelo propone cuatro facilitadores (liderazgo, cultura, tecnología y medición) que favorecen el proceso de administrar el conocimiento organizacional.



Liderazgo: comprende la estrategia y cómo la organización define su negocio y el uso del conocimiento para reforzar sus competencias críticas.
Cultura: refleja cómo la organización enfoca y favorece el aprendizaje y la innovación incluyendo todas aquellas acciones que refuerzan el comportamiento abierto al cambio y al nuevo conocimiento.
Tecnología: se analiza cómo la organización equipa a sus miembros para que se puedan comunicar fácilmente y con mayor rapidez.
Medición: incluye la medición del capital intelectual y la forma en que se distribuyen los recursos para potenciar el conocimiento que alimenta el crecimiento.
Procesos: incluyen los pasos mediante los cuales la empresa identifica las brechas de conocimiento y ayuda a capturar, adoptar y transferir el conocimiento necesario para agregar valor al cliente y potenciar los resultados.
Luego de conocer los principales aspectos teóricos que dan vida a la Gestión del Conocimiento, se hace necesaria la revisión bibliográfica de la Gestión en la empresa turística.



REFERENCIAS

Edvinsson L, Malone S. (2000)  El capital intelectual: Cómo identificar y calcular el valor de los recursos intangibles de su empresa. Barcelona: Ediciones Gestión.
Mattelart  A. (2001) Historia de la empresa de la información, ediciones La Découverte.

Mattelart A. (2002) La Comunicación al asalto de la cultura, imperio de los medios de comunicación, "manera de ver, N ° 63, París, Le Monde Diplomatique.

UNESCO (2003). "Towards Knowledge Societies. An Interview with Abdul Waheed Khan" Disponible: http://portal.unesco.org/ci/en/ev.php-URL_ID=11958&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html

          Consultada: 11 de Julio de 2016

DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN A LA DEL CONOCIMIENTO



¿Vivimos en una época de cambios, o un cambio de época? ¿Cómo caracterizar las profundas transformaciones que acompañan la acelerada introducción en la sociedad de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC)? ¿Se trata de una nueva etapa de la sociedad industrial, o estamos entrando en una nueva era? “Aldea global”, “era tecnotrónica”, “sociedad postindustrial”, “era" o "sociedad de la información” y "sociedad del conocimiento" son algunos de los términos que se han acuñado en el intento por identificar y entender el alcance de estos cambios. Pero mientras el debate prosigue en el ámbito teórico, la realidad corre por delante y los medios de comunicación eligen los nombres que hemos de usar.
Cualquier término que usemos, en el fondo, es un atajo que nos permite hacer referencia a un fenómeno -actual o futuro-, sin tener que describirlo cada vez, pero el término escogido no define, de por sí, un contenido. El contenido emerge de los usos en un contexto social dado, que a su vez influyen en las percepciones y expectativas. Pues, cada término lleva consigo un pasado y un sentido (o sentidos), con su respectivo bagaje ideológico. Era de esperarse entonces, que el término que se quiera emplear para designar la sociedad en la que vivimos, o a la cual aspiramos, sea objeto de una disputa de sentidos, tras de la cual se enfrentan diferentes proyectos de sociedad.
En la última década, "sociedad de la información" es sin duda la expresión que se ha consagrado como el término hegemónico, no porque exprese necesariamente una claridad teórica, sino gracias al bautizo que recibió, en las políticas oficiales de los países más desarrollados y la coronación que significó tener una Cumbre Mundial dedicada en su honor.
Los antecedentes del término, sin embargo, datan de décadas anteriores. En 1973, el sociólogo estadounidense Daniel Bell introdujo la noción de la «sociedad de información» en su libro El advenimiento de la sociedad post-industrial, donde formula que el eje principal de ésta será el conocimiento teórico y advierte que los servicios basados en el conocimiento habrían de convertirse en la estructura central de la nueva economía y de una sociedad apuntalada en la información, donde las ideologías resultarían sobrando.
Esta expresión reaparece con fuerza en los años 90, en el contexto del desarrollo de Internet y de las TIC. A partir de 1995, se lo incluyó en la agenda de las reuniones del G7 (luego G8, donde se juntan los jefes de Estado o gobierno de las naciones más poderosas del planeta). Se ha abordado en foros de la Comunidad Europea y de la OCDE (los treinta países más desarrollados del mundo), también lo adoptaron el gobierno de Estados Unidos, así como varias agencias de Naciones Unidas y el Grupo Banco Mundial, todo ello con gran eco mediático. A partir de 1998, el término “sociedad de información” fue escogido, primero en la Unión Internacional de Telecomunicaciones y luego en la ONU, para el nombre de la Cumbre Mundial a realizarse en 2003 y 2005.

En este contexto, el concepto de "sociedad de la información", como construcción política e ideológica, se ha desarrollado de la mano de la globalización neoliberal, cuya principal meta ha sido acelerar la instauración de un mercado mundial abierto y "autoregulado". Política que ha contado con la estrecha colaboración de organismos multilaterales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, para que los países débiles abandonen las regulaciones nacionales o medidas proteccionistas que "desalentarían" la inversión, todo ello con el conocido resultado de la escandalosa profundización de las brechas entre ricos y pobres en el mundo.
En este contexto, si bien las tecnologías de la comunicación han sido un factor clave en la aceleración de la globalización económica, su imagen pública está más asociada a aspectos más "amigables" de la globalización, como Internet, telefonía celular e internacional, TV por satélite, etc. Así, la sociedad de la información ha asumido la función de "embajadora de buena voluntad" de la globalización, cuyos "beneficios" podrían estar al alcance de todos/as, si solamente si pudiera estrechar la "brecha digital".
Por otro lado, la noción de "sociedad del conocimiento" (knowledge society) emergió hacia finales de los años 90; es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa que ciertos prefieren a "sociedad de la información". La UNESCO, en particular, ha adoptado el término "sociedad del conocimiento", o su variante, "sociedades del saber", dentro de sus políticas institucionales. Ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción más integral, no ligado solamente a la dimensión económica.  Un matiz en este debate, que solo concierne a los idiomas latinos, es la distinción entre "conocimiento" o "saber" (ambos en inglés se traducen como "knowledge"). La noción de “saberes” implica certitudes más precisas o prácticas, mientras que conocimiento abarca una comprensión más global o analítica.
Es preciso diferenciar aquí, entre aquellas definiciones que apuntan a caracterizar una realidad existente o emergente, y aquellas que expresan una visión de una sociedad potencial. Las dos tienen su relevancia: las primeras por su aporte al análisis, las segundas porque orientan políticas y acciones. En la primera categoría, nos referiremos a Manuel Castells, por ser una de los investigadores que más ha desarrollado el tema, y autoridad reconocida en la materia.
En este sentido, Castells prefiere el término "sociedad informacional" antes que "sociedad de la información" (haciendo la comparación con la diferencia entre industria e industrial).  El mismo autor señala que si bien el conocimiento y la información son elementos decisivos en todos los modos de desarrollo, "el término informacional indica el atributo de una forma específica de organización social en la que la generación, el procesamiento y la transmisión de información se convierten en las fuentes fundamentales de la productividad y el poder, debido a las nuevas condiciones tecnológicas que surgen en este período histórico". (Castells 1999, p.47) Más adelante precisa: "Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el carácter central del conocimiento y la información, sino la aplicación de ese conocimiento e información a aparatos de generación de conocimiento y procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación acumulativo entre la innovación y sus usos". Y acota: "La difusión de la tecnología amplifica infinitamente su poder al apropiársela y redefinirla sus usuarios. Las nuevas tecnologías de la información no son sólo herramientas que aplicar, sino procesos que desarrollar. (...) Por primera vez en la historia, la mente humana es una fuerza productiva directa, no sólo un elemento decisivo del sistema de producción". (p 58.)
En cuanto a la sociedad del conocimiento, en una publicación posterior Castells señala: "se trata de una sociedad en la que las condiciones de generación de conocimiento y procesamiento de información han sido sustancialmente alteradas por una revolución tecnológica centrada en el procesamiento de información, la generación del conocimiento y las tecnologías de la información". (Castells 2002). De este autor, se desprenden dos enfoques:
Para el primer enfoque, hablar de sociedad de la información se refiere a un nuevo paradigma de desarrollo, que asigna a la tecnología un rol causal en el ordenamiento social, ubicándola como motor del desarrollo económico. La implicación de este discurso, para los países en desarrollo, es que la transición hacia la sociedad de la información es esencialmente una cuestión de tiempo, y de decisión política para crear las "condiciones habilitadoras" adecuadas. Algo parecido sucedería con relación a los sectores sociales afectados por la brecha digital, a los cuales habría que incluir, mediante programas de acceso universal. Al colocar a la tecnología al centro de este modelo, la industria de telecomunicaciones aparece como la llamada a liderar su desarrollo, mientras que la industria productora de servicios y contenidos digitales asume una influencia inédita.
El segundo enfoque, se contrapone a este primero, en el entendido que la nueva etapa del desarrollo humano en la cual estamos entrando se caracteriza por el predominio que han alcanzado la información, la comunicación y el conocimiento en la economía y en el conjunto de actividades humanas. Desde este enfoque, la tecnología es el soporte que ha desencadenado una aceleración de este proceso, pero no es un factor neutro, ni su rumbo es inexorable, puesto que el propio desarrollo tecnológico es orientado por juegos de intereses.
En esta perspectiva, las políticas para el desarrollo de la sociedad de la información deben centrarse en los seres humanos, en función de sus necesidades y dentro de un marco de derechos humanos y justicia social. En tal proceso, los países en desarrollo y los actores sociales deberían tener un rol clave en la orientación del proceso y de las decisiones. En otras palabras, para este segundo enfoque, lo fundamental no es "información" sino "sociedad". Mientras la primera hace referencia a datos, canales de transmisión y espacios de almacenamiento, la segunda habla de seres humanos, de culturas, de formas de organización y comunicación. La información se determina en función de la sociedad, y no a la inversa.




REFERENCIAS


Edvinsson L, Malone S. (2000)  El capital intelectual: Cómo identificar y calcular el valor de los recursos intangibles de su empresa. Barcelona: Ediciones Gestión.

Mattelart  A. (2001) Historia de la empresa de la información, ediciones La Découverte.

Mattelart A. (2002) La Comunicación al asalto de la cultura, imperio de los medios de comunicación, "manera de ver, N ° 63, París, Le Monde Diplomatique.

UNESCO (2003). "Towards Knowledge Societies. An Interview with Abdul Waheed Khan" Disponible:http://portal.unesco.org/ci/en/ev.php-URL_ID=11958&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
          Consultada: 11 de Julio de 2016



SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO: UNA VISIÓN INTERDISCIPLINAR E INTRAGENERACIONAL

“El conocimiento puede ser de dos especies: o bien conocemos un tema nosotros mismos, o bien sabemos donde encontrar información sobre él”
(Samuel Johnson)

     Desde hace muchos años, el conocimiento es considerado como el factor fundamental para el logro del desarrollo cognoscitivo de las diversas sociedades mundiales, lo cual ha sido mayormente estudiado y por ende acentuado, desde los años ochenta, formulando con ello diversas teorías y paradigmas que han hecho posible la evolución de dichas sociedades, lo cual se encuentra estrechamente relacionado tanto con los sistemas económicos como con los sistema políticos de los países mas desarrollados, sin dejar pasar por alto que tanto la ciencia como la tecnología, en buena medida, son un tópico que no puede dejarse a un lado en este tema.
     La llamada “sociedad del conocimiento” ha sido considerada primeramente como un clásico de la sociología del siglo XIX, la cual posee un sistema de triangulación teórico-social-político de grandes criticas intelectuales pero de innumerables desarrollos y/o aportes al conocimiento científico como tal.
     En la actualidad, se considera como un pionero en cuanto a aportes influyentes en este particular a Peter Drucker, quien en 1959 introduce la forma de ilustrar y demostrar los cambios en las sociedades de dichos años, y que a su juicio, era un factor preponderante para su desarrollo; es por ello que menciona que ha habido cambios significativos en los efectos del saber, ya que desde aquellos años se podía establecer lo que hoy en día se conoce como estructuras jerárquicas organizacionales, es decir, la organización de personas con conocimientos, pericias y sabiduría en esquemas o posiciones puntuales, logrando con esto que el individuo se convierta en el RECURSO MEDULAR DE LA SOCIEDAD (Drucker, 1959:216).
     La sociedad del conocimiento, define diversos elementos que favorecen el trabajo efectivo o productivo, tal es el caso de la convergencia tecnológica, la innovación, la inmediatez, la globalización, entre muchos otros, los cuales permiten aplicar visiones, saberes y conceptos que se basan en modelos conceptuales y no en modelos físicos (de mano), factores que día a día ponen de manifiesto la constante evolución de la humanidad, quien no ha podido mantenerse al margen de estos cambios, por lo que  ha estado modificando sus formas y estructuras para adecuarse a las necesidades sociales.


El paradigma de la sociedad del conocimiento

     Cuando se habla de paradigmas, se habla de ejemplos estructurados y esquematizados, modelos y/o referencias que servirán epistemológicamente para comprender el origen y significado de algún elemento de estudio, es por ello entonces que el paradigma de la sociedad del conocimiento viene a representarse como una medida de reacción durante los años ochenta y noventa cuando se afianzó la creencia de que los países pobres debían centrar sus esfuerzos en la educación básica, delegando en otras instancias de gobierno los agentes sociales, económicos y políticos.  
     Es así como poco a poco se van desarrollando estrategias mundiales en cuanto a la génesis de la división de trabajo, para lo cual era necesario realizar grandes inversiones en cuanto a las investigaciones y evolución propia de las mismas, retribuyendo con ello el pago de patentes, licencias y/o marcas registradas.
     La sociedad del conocimiento viene a ser entonces un modelo básico y satisfactorio para todos, ya que reconoce desde sus inicios que la humanidad tiene la responsabilidad y cada una de sus generaciones, de desarrollar tecnologías e innovaciones apropiadas a cada una de las regiones o realidades locales, lo cual sin lugar a dudas, favorece al desarrollo nacional.


     Ahora bien, si bien es cierto que es necesaria una mano de obra lo suficientemente calificada como para proveer a un país de constantes evoluciones, no es menos cierto que en muchos países esta mano de obra difícilmente logra ser de alto nivel calificativo, lo cual generalmente se asocia a todos aquellos sistemas económicos de gananciales bajos, con productos internos brutos de baja incidencia y con políticas de gobierno desacelerada en comparación con países desarrollados, es aquí cuando se evidencia entonces la fuga de los pocos ingenios que un determinado país puede tener, buscando éstos mejores condiciones de vida, que en muchos casos, en sus países de origen, no logran obtener, realizando cuantiosas inversiones en materia de educación se refiere. 
     Vemos entonces como los nuevos sistemas sociales buscan constantemente una integración tecnológica curricular, logrando con esto un desarrollo asertivo tanto del individuo como del facilitador como tal, es bien, una condición de retroalimentación continua, sin embargo, en este aspecto, se abre la brecha en lo que concierne a la sociedad de la información, la cual esta dejando poco a poco a un lado a la sociedad del conocimiento, por lo que no solamente es relevante disponer de la información, sino también de la generación del conocimiento propio. 


     En la sociedad del conocimiento, tanto las comunidades, empresas y organizaciones avanzan hacia la aplicación y sistematización de conocimientos creados tanto a nivel local como a nivel exterior; día a día el aprendizaje se potencia entre comunidades y países, logrando establecer naciones u organizaciones con agentes económicos competitivos e innovadores.
     En este aspecto, la tecnología ha sumado grandes aportes a nuestras sociedades modernas, tal es el caso del proceso de globalización como tal, el libre acceso a la información, quien en conjunto con las TIC, mejoran notablemente la formación de colectivos o comunidades que hasta pudieran estar en desventaja en comparación con otros, por su parte la sociedad del conocimiento entonces, esta cambiando el desarrollo y la practica tanto científica como profesional, por lo que deben disponerse de recursos y medios relacionados con la educación. Se debe pasar la transmisión de conocimientos a su propia construcción, analizar las mejores prácticas e integrarlas en la actualidad a los diversos currículos estudiantiles, existiendo la explicación continua y el acompañamiento entre las técnicas y su implementación en los diversos campos de la sociedad.

 La diversidad disciplinar y la unidad intrageneracional.




     Enfatizando la visión en cuanto a la conceptualización de este epígrafe, se hace referencia que tanto la visión disciplinar como la intrageneracional, juegan un papel importante en el entendimiento y desarrollo de la sociedad del conocimiento, esto motivado a la relación de acontecimientos generacionales que han sucedido en años anteriores a la que actualmente vivimos -por ejemplo-, lo que trae a acotación las diferencias entre los modelos de aprendizaje, el tipo de conocimiento que antes era desarrollado, las condiciones sociales, económicas, tecnológicas, entre otros, los cuales ponen de manifiesto la evolución continua en cuanto a estos elementos.
     La suma de conocimientos de cada una de las décadas o generaciones por las cuales ha transitado (aún sin conocerse o manifestarse de forma científica) la sociedad del conocimiento, no es más que la suma acumulada en el tiempo, de todas aquellas habilidades, técnicas y tecnologías que han configurado esquemas sociales y organizacionales y cuyos cambios han sido acelerados entre los años ochenta y noventa, son retos que han permitido visualizar el reflejo de transformación generacional en nuestros tiempos.
     Si bien se indica que a través de los años todos estos cambios se han puesto de manifiesto, no es menos cierto que tratar de integrar estos cambios en individuos que han sido desarrollados laboralmente en otras épocas a las actuales, es definitivamente un reto, puesto que la dificultad de integrar generaciones bajo un lenguaje que les comunique conocimientos es precisamente un aprendizaje disciplinar, lo cual en diversas oportunidades les permitirá entender el contexto y a saber afrontar los nuevos cambios del siglo en que se vive.
     Si estas consideraciones se trasladan al ámbito organizacional, se evidencia que precisamente estos conocimientos son la base de cualquier ventaja competitiva, por lo que las organizaciones deben ser sostenibles en cualquier sistema económico reinante, puesto que se debe aprende a gestionar el capital humano con que esta cuenta, de manera de hacerla más inteligente y de constantes desarrollos de conocimientos. Tal como lo comenta Bueno (2000),  intentar conocer el Capital Intelectual de la empresa, de cualquier organización, es importante. En consecuencia, hay que, primero, identificar los indicadores que explican los componentes de capital humano, capital estructural (Organizativo y Tecnológico) y capital relacional, para, después, intentar medirlo.
     Prender a compartir conocimientos, es la base fundamental para el desarrollo adecuado de cualquier organización, logrando con esto compartir y convivir bajo los diversos matices culturales y generacionales a los cuales se incrementa el día a día el conocimiento colectivo.



REFERENCIAS

BARRASA, A., GIL, F., DE LA OSA, J. y ALCOVER, C. (2002): La gestión del conocimiento: tendencias y desarrollos en España. [Artículo en línea]. Disponible: http://www.redalyc.org/pdf/2313/231318274010.pdf [Consulta: 2016, Julio 10].

BUENO, E. (2000): La sociedad del conocimiento: una visión interdisciplinaria e intrageneracional.  [Artículo en línea]. Disponible: http://www.encuentros-multidisciplinares.org/Revistan%BA4/Eduardo%20Bueno.pdf [Consulta: 2016, Julio 10].

DRUCKER, P.F. (1959): “La revolución educativa” en: Etzioni A. y Etzioni E. (comp.) (1968): Los cambios sociales. Fuentes tipos y consecuencias, FCE, México.

MARRERO, A. (2007): “La sociedad del conocimiento: una revisión teórica de un modelo de desarrollo posible para América Latina”.  [Artículo en línea]. Disponible: http://www.uv.es/~sociolog/arxius/ARXIUS%2017/07.%20MARRERO.pdf [Consulta: 2016, Julio 10].

miércoles, 13 de julio de 2016

EL VALOR DEL CONOCIMIENTO


En la actualidad hay muchos términos que hacen alusión al uso del conocimiento Entre otros tenemos: la gestión del conocimiento, gerencia del conocimiento, sociedad del conocimiento, capital humano e inteligencia corporativa. Aunque haya diferencias entre ellos, todos van dirigidos a la valoración del conocimiento en una organización de cualquier naturaleza. Casi todos fueron creados para las empresas con el objeto de mejorar o lograr una gestión de calidad y fueron extendidos al ámbito educativo, también por esa misma necesidad.
Conocimiento y capital intelectual son dos de los valores que en los últimos tiempos han ido adquiriendo protagonismo. Su impacto se está dejando notar en las organizaciones, sobretodo en sus estructuras y en el valor intrínseco que estas toman en el mercado. La emergencia de lo intangible, el punto donde se está anclando la sociedad del conocimiento, es uno de los principales motores del cambio. Eduardo Bueno, director del grupo de Dirección y Gestión del Conocimiento, Capital Intelectual y Aprendizaje Organizativo en la Universidad Autónoma de Madrid, ha teorizado y desarrollo modelos y protocolos de medición y gestión sobre ambos conceptos.
La frase “el saber no ocupa lugar”, se puede interpretar como: En el pasado el conocimiento tenía el mismo significado que tiene ahora, lo que sucede es que antes no se le daba el valor que merecía porque había otros bienes tangibles que superaban el valor de este intangible. Las maquinas de la era industrial, los recursos naturales de la era agraria, la información de la era de la información y la tecnología de la era digital suplantaban el valor del conocimiento para ponerlo en otro plano inferior en importancia.

Lo que cambio no es el valor del conocimiento, si no lo que cambio es el valor que le asigna el mercado. Siempre fue importante, la única diferencia es que ahora se coloca en primer plano. En la economía de hoy, todo lo que compramos o consumimos tiene una elevada carga de conocimientos depositados. Cuando compramos un pasaje en avión, no estamos pagando un pedazo de papel que indica numero de vuelo y numero de asiento, estamos pagando lo que hay detrás de ese papel, es decir, lo intangible que no se puede ver ni tocar (el conocimiento depositado en el software de reservas, la tecnología depositada en el avión, la capacitación de los pilotos, el idioma de las azafatas, la capacitación de las personas que están en la atención al público, etc.


En las organizaciones de esta nueva era el valor de lo tangible esta dado por el hincapié que se ha puesto en lo intangible, ya que lo tangible es una consecuencia de lo intangible, por este motivo las compañías que quieran prosperar deberán poner foco en los conocimientos como generador de valor.
El compartir los conocimientos incrementa el valor del capital humano, pero para llevarlo a transformarse en capital intelectual, hace falta una gestión que lo transforme en capital organizacional y capital mercado como paso previo a lograr el capital intelectual. Ahora es necesario abordar los aspectos básicos para la generación de valor mediante el conocimiento.



Multiplicar el conocimiento se da en muchas ocasiones de manera informal, en charlas extra laborales, radio pasillo, almuerzos, cafés, etc. Estos encuentros casuales son una fuente importante en donde los empleados comparten conocimientos. La función del Gerente general es capitalizar esa fuente de valor para volcarlo en mejorar los productos, servicios, sistemas, u otra acción concreta.
Este gerente debe tener el enfoque puesto en incorporar esta mentalidad y accionar como organizador, creador de caos y de orden al mismo tiempo. En caso de que la empresa cuente con un gerentosaurios el proceso es un poco más complejo, porque primero habrá que desaprender para luego aprender a que no están allí para controlar, sino más bien están para liberar, organizando los conocimientos para capitalizarlos e incrementar el valor del capital intelectual.




REFERENCIAS

Edvinsson L. (1997) Developing Intellectual Capital at Skandia. Long Range Planning;30(3):372.

Wiig K. (1997) Integrating Intellectual Capital and Knowledge Management. Long Range Planning; 30(3):372.

Nonaka I, Takeuchi H. (1999)  La organización creadora de conocimiento. Cómo las compañías japonesas crean la dinámica de la innovación. México DF: Oxford University Press.


Kaplan R. y Norton D. (1996) “Using the Balanced Scorecard as a Strategic Management System" Harvard Business Review. 



CONCETO DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO. INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO. DIFERENCIAS FUNDAMENTALES ENTRE INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO.



     El hombre, a lo largo de su existencia, ha sentido curiosidad por conocer el mundo que le
Rodea y ha pretendido dar explicaciones a una serie de interrogantes, que le han surgido de su contacto directo o indirecto con las cosas, hechos y fenómenos que la naturaleza le presenta. Gran parte de las explicaciones que ha dado se fundamentan en supuestos, creencias y generalizaciones que son aceptadas por razones de autoridad, experiencia, o de fe, sin crítica o razonamiento que sustente su veracidad.
     Antes de hablar de lo que significa Gestión del conocimiento es indispensable tener claro que significa Gestión que no es más que la acción y el efecto de administrar. (Española, 2014), comprende las ideas de gobernar, disponer dirigir, ordenar u organizar una determinada cosa o situación.  De igual manera se define como el proceso mediante el cual un directivo o equipo directivo determinan las acciones a seguir por la empresa, mismas que se encuentran especificadas en la planeación, también se establecen las estrategias y las metas que se pretenden alcanzar.

Este concepto también se asocia con la dirección o administración de una compañía o negocio. La gestión tiene como objetivo aumentar los resultados óptimos de una empresa por medio de la generación de estrategias. Ahora bien se entiende por  



CONOCIMIENTO

Al entendimiento, inteligencia, razón natural. Aprehensión intelectual de la realidad o de una relación entre los objetos, La adquisición del conocimiento está en los medios intelectuales de un hombre (observación, memoria, capacidad de juicio, entre otros). A medida que crece el conocimiento se da tanto el cambio cualitativo por haber en ello un incremento de reorganización del conjunto y de adquisición de los mismos.

En este mismo orden de ideas podemos definir  la gestión del conocimiento, a partir de un conjunto de procesos y sistemas, que busca que el capital intelectual de una organización aumente de forma significativa, mediante la administración de sus capacidades para la solución de problemas en forma eficiente (en el menor espacio de tiempo posible), con un objetivo final: generar ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. Gestionar el conocimiento implica la gestión de todos los activos intangibles que aportan valor a la organización para conseguir capacidades, o competencias esenciales, distintivas.

Por consiguiente la gestión del conocimiento es una disciplina cuyo propósito es mejorar el desempeño de los individuos y las organizaciones; así como mantener y aprovechar el valor presente y futuro de los activos del conocimiento. Se puede considerar también, como una integración de numerosos esfuerzos y campos de estudio.
Por tanto, una organización basada en el conocimiento implica una búsqueda general de los enfoques tradicionales de gestión, de la selección del personal, la contratación y la gestión de los trabajadores; pero con nuevo enfoque empresarial que logre combinar la información con los recursos humanos (participación, compromiso, motivación y responsabilidad de los trabajadores) para generar un avance en la cultura organizacional.

De igual manera es importante conocer que la información Son los datos que han sido procesados. En este mismo orden de ideas podemos definir información al conjunto de datos organizados y analizados en cierto contexto determinado. De lo anteriormente planeado es importante hacer resaltar que información, no es lo mismo que conocimiento.



Diferencias entre Conocimiento e Información
Partiendo que las experiencias, modifican a las personas. Los intercambios con el medio, modifican las conductas. Por lo tanto, las conductas se darán en función de las experiencias del individuo con el medio. Dichos aprendizajes, permite cambios en la forma de pensar, de sentir, de percibir las cosas. Por lo tanto los aprendizajes nos permitirán adaptarnos al entorno, responder a los cambios y responder a las acciones que dichos cambios producen. (Duce, 2015), mientras que la Información Son todos aquellos datos que a través de diferentes transportes por ejemplo un mensaje desde un trasmito oración receptor utilizando cierto lenguaje que se pueda descifrar entre los dos ya sea escrito, oral, gestual entre otros. Son acomodados de manera sistemática para otorgar un significado y generar conocimiento.
En tal sentido el conocimiento es lo que nos permite tomar decisiones y actuar (habilidades, actitudes, valores, conocimientos técnicos). Su materia prima es la información, pero ésta no permite actuar hasta que se convierte en conocimiento La información son datos que podemos tener a nuestro alcance y comprender
Se concluye que la gestión del conocimiento se define como el proceso de administrar continuamente conocimiento de todo tipo para satisfacer necesidades presentes y futuras, para identificar y explotar recursos de conocimiento tanto existentes como adquiridos y para desarrollar nuevas oportunidades.





Referencias 

Antonorsi, M. (1999). Guía práctica de la empresa competitiva. Caracas, Venezuela: Edición de Venezuela Competitiva. Universidad Metropolitana.http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_nlinks&ref=2020141&pid=S1315-9984200800010000700001&lng=es

Drucker, P. (2000). Las Nuevas Realidades. Bogotá, Colombia: Editorial Norma, Santa Fe de Bogotá.http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_nlinks&ref=2020148&pid=S1315-9984200800010000700008&lng=es